miércoles, 8 de julio de 2009

La Novena Fantasía




Diciembre de 1987. La compañía japonesa Squaresoft se encuentra al borde de la quiebra y emplea todo lo que le queda para crear su último intento de salir a flote, su fantasía final. Centenares de miles de copias son adquiridas por los propietarios de una NES y Squaresoft no solo consigue salir adelante, sino que crea una de las series más prestigiosas en el mundo de los videojuegos. Lo que iba a ser la última fantasía cosecha miles de éxitos y se convierte en una saga que, sin contar con los títulos que se encuentran fuera de la serie numérica, va a sumar su decimocuarto juego a la lista.




En 1995, Squaresoft comienza a gestar un nuevo proyecto, decidida a dar el salto a las 3D. Nintendo anuncia que no va a cambiar el sistema de cartuchos de su Nintendo64 ante las quejas de Square, que reclama una consola capaz de cargar varios discos sin tener que apagar el sistema. Es así como la saga da su salto a PSX, y en Enero de 1997, Nintendo se tiraba de los pelos mientras miles de personas compraban el que es considerado por muchos el mejor título de la historia: Final Fantasy VII.


Con este título, la saga dio un giro bastante amplio. Se sustituyó el universo clásico por un mundo mucho más moderno. Motos, centrales de energía, pistolas y soldados reemplazaban a los caballeros, los castillos y las aventuras épicas. Final Fantasy VIII continuó con esta línea más futurista, presentando una aventura adulta con una historia llena de giros.


En el año 2000, con PS2 a la vista, Squaresoft decide despedirse de PSX creando una historia fiel a los orígenes de la saga, recuperando el mundo que podíamos apreciar en las primeras entregas. Final Fantasy IX presentaba el mayor adelanto técnico de toda la saga y una aventura en 4CD's con posibilidad de combatir con 4 jugadores simultáneamente y recuperando el famoso y aclamado sistema de clases. Los jugadores que mamaban de Squaresoft empezando por Final Fantasy VII, que no habían probado los 6 anteriores títulos, se tiraban de los pelos. ¿Dónde estaban las motos, las pistolas, los héroes taciturnos y guays? Así la novena fantasía de Squaresoft fue infravalorada por muchos que, creo que no me equivoco, no habían probado ni un solo Final Fantasy anterior a la séptima entrega.


En contra de todo esto, para mí Final Fantasy IX es sin duda el mejor juego de toda la saga. Tuve la oportunidad de probarlo un mes antes de que saliese en España, ya que la madre de uno de mis amigos trabajaba en Infogrames, compañía encargada de distribuir el juego aquí. Por aquel entonces yo compraba casualmente alguna revista de videojuegos, y el lanzamiento de Final Fantasy IX en Japón fue bastante sonado. Algo había leído yo del tema, así que cuál fue mi sorpresa al ver que entre la torre de juegos que mi amigo tenía (suministrados por su madre meses antes de que saliesen al mercado) se encontraba el último Final Fantasy. Metimos el primer disco (negro, con letras plateadas que rezaban"Final Fantasy IX Final Version Disc 1") y desde que saltó la intro inicial, nos quedamos embobados. Nos metimos completamente en el juego, exploramos la primera fase de Alexandría palmo a palmo con el carismático Vivi, jugamos a Tetra Master, conocimos a Puck, trepamos por los tejados de Alexandría para poder colarnos a ver "Quiero ser tu canario", controlamos a Steiner buscando a todos los soldados del batallón Pluto, vimos cómo Garnet le suplicaba a Yitán que la secuestrase... Fueron apenas 20 minutos de juego, pero nunca habíamos visto nada igual. Descubierta la saga, probé el que decían que era sin duda el mejor juego de la historia: Final Fantasy VII me dejó bastante indiferente. No pude apreciar nada de la magia que tiene FF IX desde el primer vídeo, no quise saber qué le iba a pasar a Cloud, si Tifa era su novia, quién era Barret... Y aún habiendo intentado jugarlo en años posteriores, sigue sin tener ninguna chispa que haga que quiera jugarlo, pasármelo y volver a jugarlo de nuevo. Final Fantasy VIII provocó la misma infructuosa reacción cuando lo jugué (y he de añadir que sigo estando completamente asqueada con el sistema de extracción de magias y de configuración de los personajes) Sin duda, Final Fantasy IX tenía "algo" que no encontraba en otros títulos.

El juego por fin salió a la venta, y muy a mi pesar (con 9 años mi economía no era para tirar cohetes) tuve que esperar a que saliese la versión Platinum para poder comprarlo. Pude ir más allá de la petición de secuestro de Garnet. Los escenarios, cada nuevo hechizo que conseguía con Vivi, los trances, las nuevas aldeas y ciudades... Absolutamente cada detalle me maravillaba. Sin duda los puntos álgidos del juego llegaron al descubrir Madain Sari, Oelivert y Terra. Jugando la fase de Pandemonium, con "You're not alone" de fondo, se me saltaron mis primeras "lágrimas videojueguiles". Me pasé Final Fantasy IX una, dos, tres, cuatro y cinco veces, y creo que va a haber una sexta.

Siendo ya más mayor, comenzó mi afición por el modelismo, las figuras, los dioramas.... etc. Buscando encontraba figuras de Squall, figuras de Cloud, más figuras de Cloud, Sephiroth, Rinoa, otro Squall.... ¿Y Yitán?¿Y Garnet, y Vivi? Nada, lo único que había era la escasa tirada de figuras de Bandai (de la que ahora mismo soy una orgullosa posedora de dos sets) que en eBay adquirían precios que se escapaban de mis posibilidades. Colgantes, anillos, réplicas de armas, posters... Todos los que queráis de Final Fantasy VII y VIII... ¿Dónde está el IX?


Final Fantasy IX es el gran olvidado de toda la saga. Una obra maestra que en mi opinión se encuentra increíblemente infravalorada. A todos los reacios a empezar el juego, no seáis tontos y hacedlo. El sistema de gestión de los personajes es una delicia, los escenarios preciosos, la historia increíble, y la música simplemente sublime (obra del increíble y sensacional Nobuo Uematsu) La Novena Fantasía de Squaresoft es toda una joya que cualquier fan de Final Fantasy, y sobre todo aquellos que disfrutaron desde los inicios de la saga, debería tener.

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